Una mezcla de sabor y conocimientos

Los Tragos preparados por el mixólogo Juan Carlos Muñoz Zapatero despiertan todos los sentidos.
Dedicación. “Juan Carlos no sólo es un mixólogo, también es un amante de la buena bebida”.

Santo Domingo

La conversación empezó en una apartada mesa de uno de los bares más famosos de Santo Domingo. Pero acabó detrás de la barra, porque Juan Carlos Muñoz Zapatero no se contuvo y comenzó a preparar uno de los tantos cócteles que le ha inspirado Brugal 1888, el ron súper premium que los maestros roneros de la familia acaban de presentar en Europa y República Dominicana.

Ha trabajado en los bares más importantes de las cuatro ciudades donde se deciden y se preparan los cócteles que más le gustan al mundo: Nueva York, Londres, Berlín y París. En esas urbes, compartió con los más reputados bármanes y entendió que un gran restaurante no solo depende de un gran cocinero, sino también de un gran barman.  “El cocinero trabaja con fuego y sólidos. El barman con hielo y líquidos. Pero ambos buscan resultados deslumbrantes que se puedan acompañar de manera perfecta. Vivimos en una época en la que la gente tiene más información y cultura que nunca sobre el restaurante y el bar. No hay espacio para impostores, sólo los grandes triunfan”, asegura.

Comenzó a estudiar en la escuela de Hotelería y Turismo de Madrid en 1990. Desde el primer momento lo tuvo claro, lo que más le apasionaba era el bar. Todo lo que aprendía de cocina era para al final aplicarlo a la coctelería. Cuando se graduó, continúo asistiendo a cursos de bar en toda Europa y con apenas 19 años fue admitido en la directiva de la Asociación de Bárbanes Españoles.

“Era el barman más joven de los hoteles cinco estrellas de Madrid. Pero pronto entendí que eso no era suficiente y me fui a las ciudades donde la coctelería alcanza la dimensión de arte y es asimilada como tal. Quería aprender de los grandes, de esos señores que inspiran a los más conocedores y son capaces de lograr cosas alucinantes con los ingredientes más diversos”, cuenta Juan Carlos.

Once años después, cuando ya había cumplido los 30, regresó a casa. Entonces ya era un experto en mixología y sus conocimientos sobre los vinos y los destilados eran mucho más vastos que cuando se subió en un tren en la estación de Atocha, con la mochila llena de sueños.

Un descubrimiento que sabe a Caribe.

Trabajando en Wine Cocktail Masters, Juan Carlos fue que descubrió los rones de Brugal. Según dice, los caribeños son los responsables de que en España se tenga una preferencia por el ron. Su alegría y su gran calidad son idóneas para cualquier tipo de mezclas. Pero una vez que se decidieron por el ron, había que encontrar cuál era el mejor y ese resultó ser Brugal.

“Ahora allí la gente no pide un ron, sino un Brugal. Ya no se dice dame un cubata, sino dame un cubata de Brugal. Se trata de un destilado con un nivel de pureza nunca antes vista.

He conocido la destilería de Brugal y es impresionante lo que logran sacar esos destiladores. De las mejores melazas, el mejor alcohol. Del mejor alcohol, el mejor ron”, dice mientras se sirve un Brugal 1888 solo.

En el momento en que Juan Carlos supo que los maestros roneros de Brugal estaban decididos a revelar uno de sus secretos mejor guardados, sospechó que se trataría de algo excepcional. Cuando por fin pudo probarlo, comprobó que se trataba de un ron único, de una obra maestra que acabó inspirándolo.

El autor del libro “Las  mejores recetas del siglo XXI” recorrió los sitios más relevantes de Santo Domingo y Santiago para compartir los cócteles que ha creado con Brugal 1888. Según reconoce, esa ha sido una de las más importantes experiencias de su vida. La sofisticada vida nocturna de ambas ciudades aún lo tiene impresionado. “¡Esta es la capital del Caribe!”, afirma.
“Brugal 1888 es una obra maestra del arte de la destilación.

Los maestros roneros de Brugal escogieron sus mejores barricas para lograr sus mejores envejecidos. Luego, en las mezclas, alcanzaron el equilibrio perfecto. La doble destilación y el doble añejamiento de Brugal 1888 lo elevan a un nivel que alcanzan muy pocas espirituosas en cualquier zona geográfica del mundo”, promete Juan Carlos Muñoz Zapatero.

A las catas, que se celebraron en sitios como Grappa, Cane, Fellini y Tette Bar en Santiago, asistió un selecto público que tuvo la oportunidad de dialogar con el reconocido mixólogo y descubrir que un ron de la categoría de Brugal 1888 puede llegar a complacer a los más puristas, que lo degustan solo o a las rocas, y a los que disfrutan explorar las más sofisticadas mezclas.